lunes, 1 de abril de 2013

Ulises o las ultimas Palabras


"El monstruo Polifemo de la Odisea es en Ulises el personaje llamado Ciudadano, nacionalista intransisgente que no conoce mejor alimento para su identidad que el odio y el rechazo; el ojo único del Cíclope es la idea única y machacona en virtud del a ucal no hay nada más que el nostro o el ellos. El Ulises de Homero logra burlar al Cíclope clavándole en ese ojo una estaca con la punta al rojo vivo:Leopold Bloom, el judío de pertenencia dudosa a quien el Ciudadano quiere fulminar, esgrime frente a su ira un cigarro encendido, y frente a su palabrería cerril una templanza igualitaria y universalista, basada, explícitamente, en la razón y la bondad.
De Leopold Bloom suele hablarse como de un don Nadie, un mediocre que sería el reverso burlesco de un héroe de la mitología, un símbolo del anonimato y la alienación del ser humano del siglo XX, etc. Comprendo que see quede bien diciendo esas cosas, sobretodo cuando se ha de teorizar sobre una novela sin haberla leído. Pero en cada lectura Bloom se vuelve más próximo, más verdadero, mejor perfilado, con esa presencia rotunda que sólo tienen los personajes de la literatura cuando parecen vivir más allá de las novelas en las que se originaron. Bloom es una silueta reconocida, una voz, un murmullo, una forma de caminar, una suma de hábitos, un traje oscuro, un abrigo ligero, una concienciaética escrupulosa que se detiene a considerar todos los matices de una situación o de una persona antes de emitir un juicio sobre ellas, un varón que desde hace mucho tiempo no se ha llevado ninguna alegría sexual, que fantasea distraídamente y se permite algún desahogo solitario y secreto, que se abstiene por principio de toda violencia hacia las personas o los animales, que mira con indulgencia las debilidades de sus semejantes y está convencido de las mejoras que la racionalidad, el sentido común, la observación empírica, la voluntad de concordia, pueden deparar a los seres humanos, que añora a su padre, muerto a los setenta años, y al hijo que vivió nada más que once días, que sigue amando a su mujer aunque sabe que lo engaña con otro, que protege en la noche de Dublín al estraviado Stephen Dedalus.
En Ulises hay una pululación de personajes como en Galdós o en Dickens: su ruputura es tan fértil porque es también una culminación. Más allá de sus dificultadoes parciales, cualquiera que se acerque con determinación a ella enconctrará uno de los grandes festines de la literatura."

-D Muñoz Molina

2 comentarios:

  1. ¡Qué bien! Ya has venido de Albacete. Seguro que llegas con fuerzas renovadas, aunque seguirá lloviendo. Muy bueno los párrafos de Muñoz Molina, y además es una verdad como un templo. Ulises sólo hay uno. Lo que he puesto del blog no iba por Desoladas, pues gracias a Dios goza de muy buena salud. Nos vemos. Un abrazote muy fuerte. Tornasol.

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  2. Sí, nuestro blog va viento en popa...entre haikus y análisis hacemos que el tiempo se haga ameno...
    Ulises provoca toda clases de pasiones, hay quien losdetes y hay quien lo ama, pero esl o que tiene las grandes obras originales...no podía faltas en nuestro rincón literario.

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