martes, 30 de abril de 2013

Mi Padre es Mujer de la Limpieza, Algunos Motivos Estructuradores


MOTIVOS:

-LA LITERATURA:
Polo se siente fascinado por la Literatura y esto se convierte en uno de los motivos estructuradores más destacados de la novela de Azzeddine; a la vez que en uno de los pocos elementos poéticos que contiene la narración ya que la tónica general será el humor ácido y la crítica.
Polo, mientras ayuda a su padre con la limpieza de la biblioteca, descubre el mundo de las palabras. Le parece algo crucial en su vida, le abre puertas que hasta entonces le resultaban inimaginables (“Descubrí que un hombre puede necesitar cuatrocientas páginas para decirle a una mujer que la quiere…”, pág.11, primer capítulo), halla nuevos significados y nuevas formas de expresión que amplían su conocimiento y su propia psicología.
La Literatura, como uno de los pocos aspectos creativos alabables del ser humano según su parecer,  deja su huella en nuestro joven protagonista. No resulta un foco de ambición, la lectura no le provoca ansiedad de triunfo, sino que tiene un efecto dulcificante en su persona. Le ayuda a matizar sus propias emociones, a sentirse menos solo. La Literatura hace que Polo resurja antes nuestros  ojos como un personaje de carne y hueso, profundiza su construcción. Nos muestra a un Polo sensible que su propia familia no podría ni por un segundo vislumbrar que existe.
La mención de autores cultos es constante, desde Montaigne hasta Balzac. Grandes clásicos que sorprenden a Polo y le interesan. Sus historias calan su corazón y mejoran su ortografía. Le dan un pequeño respiro. Su mediocre vida, la realidad desastrosa  de su familia, la vergüenza del oficio que ejerce dedica su padre, desaparecen. Conocer esos autores le salva de la ignorancia y le proporciona un medio de orgullo en mismo grado que de sensibilidad frente a los otros.
Es por ello que con este motivo, la novela gana humanización y la dota en su trama de una buena base narradora que no siempre Azzeddine sabrá aprovechar, ya que como lector confieso que no me ha parecido que la desarrolle acertadamente o al menos todo lo que podría haberlo hecho.

-EL PADRE DE POLO:
Me ha parecido un ingrediente estructurador original, es poco frecuente encontrar en una narración el hecho de que un personaje se convierta en motivo.
Pero lo cierto es que las idas y venidas de este personaje, los diferentes locales en los que limpia, sus frustraciones y silencios, su abnegación y sacrificio, sus ocurrencias, hacen que vayamos atravesando la novela más reconfortados.  La vida del padre de Polo es el reflejo de muchos padres, una persona que puede resultarnos muy cercana. Un hombre humilde, sin estudios, que se aguanta en un trabajo horrible para sacar adelante a su familia. Que ama con devoción a su hijo, es su esperanza, espera de Polo que al menos no acabe viviendo como él ha vivido, repitiendo la misma vida absurda y sacrificada.
Polo amará a su padre con el mismo fervor del que se avergüenza de él. Una contradicción tan humana que le puede entender cualquiera. Algo muy difícil de conseguir, que el lector se sienta leído. Me ha parecido el sentimiento más sublime de los que se entreven en la novela, por el que ha merecido la pena su lectura a pesar de que pienso que la autora no ha resuelto bien la trama. Su resolución es tan rápida que no da tiempo a asimilarla, creo que con un poco más de paciencia en la estructuración de las últimas páginas, este sentimiento hubiera sido el colofón final perfecto. Pienso que Azzeddine no ha sabido aprovecharlo como se merece, el final es el es correcto según ha ido la trama, Polo acaba siendo hombre de la limpieza, como su padre, no se escapa de la maldición social, pero está narrado con un salto demasiado grande, con la sensación de prisa de quien quiere terminar ya un relato. Lo cual, afea el texto y lo deja de una calidad literaria inferior a la que podría ser.

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