viernes, 30 de enero de 2015




Para leer con...
"Capricho árabe" - Francisco Tárrega




Desde su falda y volando como una pluma se dejaba caer en uno de los cojines de raso de la cama que crujía suavemente. Atravesaba la colcha y dando un gran salto se posaba en la coqueta. Entonces se arqueaba. Se estiraba. Se encogía. Parecía danzar. Danzar entre cajitas de porcelana, cuencos de cristal y peinecillos de carey, enroscándose como una gasa en el pequeño jarrón de china, roto muchas veces y siempre recompuesto, que tía Lucia conservó toda su vida. De ahí saltaba a la puerta quedándose por un momento muy quieto, mirándola, pareciendo esperar algo.


Pero nada ocurría y el gato de ojos azules marchaba pasillo adelante dejando a tía Lucía sola, en su cuarto. Recuerdo que entonces se acercaba a la puerta para cerrarla muy despacio y que siempre, siempre, tardaba mucho en salir…

viernes, 23 de enero de 2015

CUESTA DE ENERO. (MICRORRELATO)


          CUESTA DE ENERO

               ¿Alguien se acuerda de la famosa Cuesta de Enero? Los que se acuerdan, también recuerdan la de diciembre, la de  noviembre, la de octubre, la de los otros ocho meses más... pero hoy en el Ajenjo, nadie nos fatigábamos en esa cuesta. Hemos tomado las  mismas  consumiciones  ricas de siempre, también obsequios y, sobre todo, risas. Risas sanas, sin hablar de famosillos, de políticos, de la luz tan nefasta que hay en nuestro bar de reuniones, ni del soporte con las servilletas que casi siempre brilla por su ausencia. Sólo leemos y hablamos de una cosa un tanto olvidada que es la LITERATURA. A todos nos ha gustado el libro de relatos que le ha parecido bien que lo comentemos. ¡Hay que ver Aurora cómo has disfrutado! Se te veía pletórica de regreso de tu viaje tan apasionante. Pon enseguida las fotos en un blog porque seguro que lo merecen. Ja, ja, ja, qué bonito el señor de las pantuflas  con la jaula y el loro. Son cuadernos especiales con asa de cabás, como cuando íbamos al cole;  bueno,  Paco, ¿y a ti qué te ocurría? Te reías como nunca, ¿es que te ha hablado tu mujer tan cariñosa como cuando habla a las plantas? Claro, ya me explico; Mira, Isa, no me digas que has engordado después de la Navidad. Estabas guapísima. Eso es el abrigo, que te llovió un día encima y ha encogido.   Además,  No problem, se acabaron el turrón y los polvorones, qué lata, tengo un mono.  Araceli, no estés triste. Al señor del cuadro píntale una verruga bien gorda y un diente negro como te ha dicho Isabel  y sácale la lengua cuando vuelvas del trabajo, verás como se espabila. Otra tarde feliz que hay que arañar para que duren muchos años y podamos celebrar esta CUESTA DE ENERO  que para nosotros no es tal. Pidamos por que no lo sea para nadie.

Tornasol

martes, 20 de enero de 2015

BESTIARIO


Sigavitñan

 

En el desierto de Batacó hay una fiera revulsiva y traicionera. Es lo más parecido a una hiena gigante. Posee un hocico húmedo mejorado por unas babas verdosas que se extinguen sobre su pecho. Muestra una sonrisa de asco permanente. Devora todo lo que encuentra a su paso, desde extintas rapaces a sanguijuelas hinchadas pasando por apestosos vientres de usurpadoras ratas. Al Sigavitñan se le conoce como el “basurero de Batacó”.

martes, 13 de enero de 2015




Para leer con ...
"Canción de Luna - Dvorak"








Eclipse

Cuando el Sol y la Luna se encontraron por primera vez comenzaron a vivir una apasionada historia de amor. Nuestro Mundo no existía. Al crearlo el Sumo Hacedor decidió que el Sol iluminaria el día y la Luna la noche. Inmediatamente supieron que jamás volverían a encontrarse.  El Sol ardía de pasión por Ella y la Luna brillaba añorando su calor. Al verlos El Sumo Hacedor decidió que en el Mundo ningún Amor sería del todo imposible y entonces…

Cada mucho, mucho tiempo verás que el Sol se reclina sobre la Luna, la cubre y comienza a amarla. Son apenas unos minutos, unos instantes muy breves en los que no debes mirar al cielo  ya que el brillo de su amor es tan grande que tus ojos podrían cegarse para siempre.

(Extracto de la leyenda del Sol y la Luna)


Todos somos Charlie Hebdo. Tomos somos griegos. En defensa de la democracia y de la vida. De la libertad de expresión y del derecho a vivir sin amenazas.
Imagen: Cyprien

miércoles, 7 de enero de 2015

Enero






Fue en Madrid, fue en enero. Silbaban los cascos de los caballos a un lado y otro. Sol mediano, rayo frío sobre los hombros. Prometí que volvería a buscarte. Doce campanadas, siete vidas después.
Cuando te recuerdo, ya el rostro inmerso en el olvido, ojos marrones como el otoño, la palma de tus manos con tantos surcos a pesar de tus treinta y siete. Me pregunto dónde estarás ahora, Malta, Dublín, Roma, Casablanca.
Pronto a un nuevo sueño que me aleje más de tí, estarás al otro lado del mundo.
Qué le vamos a hacer, me consuelo, todavía me queda la ilusión del infinito en el alma para seguir buscando.

viernes, 2 de enero de 2015

DESPUÉS DE NOCHEBUENA

                         PREREYES.

          Después de Nochebuena y la Navidad queda en nuestro interior, en nuestra conciencia, un sentido grande  de culpabilidad cuando logramos al fin, quedarnos solos en casa. Nos miramos al espejo ligeras  de ropa, las mujeres a las cartucheras, y con cara de asombro nos preguntamos ¡Dios mío! ¿que he hecho yo para merecer ésto? ¿dónde estaba escondido mi sentido del ridículo para no advertirme lo que muy pronto iba a suceder? ¿por qué mi sentido común no afloró de forma inmediata para situarme el pesito del baño cerca de los  piés? ¿por qué no salí con decisión  al hall y examiné  de arriba a abajo  la fotografía de mi admirada  Doris Day? Decididamente, al partir aquellos trozos de turrón de chocolate con guindas, todos mis sentidos se fueron al garete, llevándome a la boca  (ya sin sentido de culpabilidad) la cereza más jugosa, deliciosa y cremosa que he comido en mi ya dilatada existencia. En esos momentos, imploré al recién nacido que en  los  días anteriores a la llegada de Los Magos, me colocara en su sitio todos mis sentidos  de persona humana, racional y sensata,  para que la tragedia que había comenzado a tomar forma, no traspasase los límites adecuados y admitidos en la sociedad.

            Abrí todas las ventanas de la casa para que el aire y la polución se llevasen lo antes posible el olor amenazante de la lubina al horno, de la coliflor rebozada, del cochinillo asado al estilo de Segovia, y cómo no, de los exquisitos postres que la familia unida y feliz,  habíamos devorado en esos santos días de Pascua.
             Tomándome el  segundo café irlandés ante el espejo, sola en la habitación y ligera de ropa, fue cuando recapacité, con las ojeras por el suelo y cara de acelga triste, que en estos días PREREYES, me alimentaría exclusivamente de agua de limón  y té edulcorado, pensando a la vez como quien no quiere la cosa: "El día de Reyes, Dios dirá" 

Tornasol