jueves, 24 de abril de 2014

TODAVÍA LOS LIBROS...

¿EL PERRO EL MEJOR AMIGO?

               ¿Alguien dijo alguna vez que el perro es el mejor amigo del hombre? Aunque me encantan los animales, no estoy del todo de acuerdo con esta, ya vieja creencia. Un perro (MANSO y BUENO) en un momento determinado, se le pueden cruzar los cables y morder a su dueño, al que quiere y venera. amén de las molestias que supone vacunarlos, bañarlos, casi no poder salir de vacaciones, sacarles varias veces al día a hacer sus necesidades y, además, recoger el pegotito o pegotazo, sopena de escuchar, a medida que corres, tirando del can, el insulto de "guarro"  y con mucha razón.
               El libro (BUENO, claro está) por el contrario, no tiene ningún inconveniente de este estilo. Te han recomendado ese autor y esa historia. Lo pagas, eso sí, en la librería o incluso lo encargas por internet. De ahí en adelante, todo son ventajas:  "Tengo todavía sitio en mi estantería preferida, la encuadernación, la altura, el color, va fenomenal junto a aquél de García Márquez. Ahora estoy cansado. Llevo un diita...Pero mañana mismo comenzaré la deseada lectura. El tema desde luego, es apasionante. El autor no tiene desperdicio alguno, y para colmo el volumen y yo hemos simpatizado. He dicho en la tienda que no me lo envolvieran para poder acariciarlo por el camino, y presiento que el tacto de mi mano le ha servido de consuelo y de compañía, porque he visto a la dependienta limpiarle el polvo, como prueba de haberse sentido por un tiempo demasiado solo"
             Han transcurrido unos días junto a mi nuevo amigo. Estoy encantado porque la hora de retirarme a la cama-antes un suplicio por mi insomnio-  supone ahora para mí una delicia y un relax. Las sucesivas tramas con sus respectivos personajes, tienen una fuerza y un ritmo irresistibles, amén de las pinceladas de sutil humor y las descripciones y situaciones certeras y atractivas. Supone su lectura, cada anochecer, un gozo tan gratificante que, a la hora y pico o dos horas, sin tisanas ni ovejitas, llega Morfeo y me envuelve apaciblemente en su abanico de bellas durmientes orientales.
               Nunca me es infiel. Me espera en la penumbra de la habitación para acompañarme a la hora de las brujas, y me sorprende siempre con sus aventuras y sus gags. Pronto terminaré de leerlo, pero el hueco  que ha dejado durante unas noches, no lo ha ocupado ningún otro. Cada libro amigo es insustituible.

Por el Día del Libro, 2014
Tornasol.

1 comentario:

  1. Hola: Con esa cama tan bonita y literaria seguro que se me curaba el insomnio. Cada noche cogería un libro y me lo leería sin más. ¡qué gozada! Muy chula la ilustración. Gracias, Isa.

    Tornasol

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