miércoles, 16 de mayo de 2012

La Vida Instrucciones de Uso, Perec, Algunos Motivos


MOTIVOS:

Debido a lo especial que es esta narración, primero cabría destacar que la labor de Perec, a parte de narrar el mapa vital del vecindario que habita la casa parisina de Simon-Crubellier, ha sido estructurar (de forma que si empleara la palabra preciosista se queda muy corta) un enorme puzzle materializado en ese mismo edificio. Cada apartamento, cada trastero, cada habitación de servicio, representa un vida, que a su vez contiene otra vida; por cuyos pasados los lectores al tiempo también navegaremos, y cuyo presente traerá nuevas vidas y nuevos vecinos, con sus respectivos pasados, como una “matriuska” dentro de otra “matriuska”, dando lugar a un efecto de infinito microuniverso imperceptible a simple vista.
Los motivos estructuradores de la novela por ello son tantos que resultaría casi materia de tesis el enumerarlos todos. También tendríamos que abarcar todas las fuentes que el autor menciona en su obra, así como los detalles históricos y geográficos que va desgranando, así aquí solo menciono unos cunatos.

-Un motivo estructurador destacable es que Barttlebooth (el hacedor incansable de acuarelas marinas por todos los puertos del mundo) es mencionado en casi todos los capítulos de la novela. Sólo por mencionar unos cuantos aparece en el 1, 9 10, 11, 12,15, 17, 18, 22, 28, 44, 49, 51, 53, 54, 57, 87  89. Se convierte así en el “protagonista” entre los “protagonistas” (porque casi innumerables también son los personajes que desfilan por la narración). En casi todos los episodios aparece se nombre, como hilo conductor de la narración, dado  que la globalidad de la obra es enorme, nos sirve como ancla estructural en la que fijarnos. Así, en pequeñas porciones, vamos atisbando las piezas de su biografía, cómo se decide a hacer las acuarelas, a entregarse “a la perfección gratuita de la inutilidad” (pág. 456, edit. Anagrama) en el capítulo 80, o cómo el mismo presenta en una cena a los otros protagonistas destacables, que son Valène (su maestro pintor) y Winckler (quien hará las piezas de los puzzles con las acuarelas marinas) en el capítulo 53. Esto sin olvidarnos que otras biografías son un espejo en el que se refleja la propia vida de Barttlebooth, como es el caso de su ayudante, Smautf, el cual como un Sancho Panza (más de cincuenta años de servicio), siempre acompañará hasta los últimos días a su señor.


-Otro motivo estructurador son las menciones literarias que Perec arroja en la novela y que son constantes en casi todos los capítulos también. Así hay reseñas de obras literarias en el 4, 8, 17, 19,  20, 22, 24, 26,31,34,37, 40, 46, 47,50, 52, 57, 58, 62, 75, 78, 79, 81, 92, 94  y 99. Es curioso señalar que aunque menciona obras literarias de todos los géneros, históricas, románticas, de terror, incluso son muchas las ocasiones en las que menciona códices jurídicos y eclesiásticos, por número, destaca la novela policíaca o negra.  Raro es el capítulo en el que no se menciona una novela de carácter policíaco o de intriga. Homogeneizando así de alguna manera a todo este universo que se despliega en este vecindario. Y convirtiendo tal vez  a la Literatura  en un símbolo claro de fuente de más vida, de otro macrocosmo de existencia.

-Otro motivo estructurador son sin duda los microrrelatos que en los capítulos se van desarrollando, como una isla en la propia narración pero que nos ayudan muchísimo a unir esa piezas dispersas de biografía que se nos escapan en la globalidad.
Así destaco:
-Capítulo 31: La historia de la hija de Vera Beaumont (su asesinato).
-Capítulo 46: La vida de Jerôme.
-Capítulo 52: La vida de Grégore Simpson y su vuelta al edificio de Simon-Crubellier.
-Capítulo 53: Winckler, la historia de su matrimonio.
-Capítulo 57: La polaca Orlowsca.
-Capítulo 60: El señor Linoc.
-Capítulo 62: La historia del nazi Weshal (operación Paperclip)
-Capítulo 65. Mefistófels, se cruza con la historia de Ericsson para matar a la hija de V era Beaumont (cruce de relatos).
-Capítulo 78: La histiria de Van Lossem, “el mensajero del emperador”.
-Capítulo 98: La historia de los Réol (la deuda del dormitorio).

-Otro motivo, como he introducido antes, es el propio edificio de Simon-Cubrellier. Como el dominio de un gran cosmos lleno de piezas (los apartamentos) donde la vida se ramifica y se multiplica sin cesar. Una gran caja en la cual todos se interrelacionan sólo en parte y donde a la vez se conocen y se ayudan y son embargo los misterios se dan a pesar de lo cotidiano y la vida se vuelve a ramificar.


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