domingo, 20 de enero de 2013

Ulises, perezas y malentendidos



"-No te sumergirás dos veces en el mismo libro. Aunque no haya pasado mucho tiempo desde la última lectura, el libro que uno tenía la sensación de conocer bien le revela vatas nuevas en las que hasta ahorano había reparado, y siendo el mismo yaes tan otro como el río de Heráclito. Lo asombroso de releer no es la confirmación de lo que ya se sabía sino el caudla de lo nuevo, la sorpresa de todo lo que quedaba aún por descubrir. Después de tentativas diversas espaciadas a lo largo de muchos años, interrumpidas o fracasada casi siempre, yo completé lalectura dee Ulises hace seis veranos, en la quietud de una vacaciones. Llegué al final y me gustó tanto que hice lo mismo que hacía cuando en otros veranos antiguos se me acababa La Isla Misteriosa: empecé de nuevo, sobre todo con la intención de saborear ahora más detalladamente el comienzo, que es algo que se debe hacer con las novelas si se quiere aprender cómo estás construidas. PEro esa vuelta me despertó el apetito en vez de saciarlo, y la seguna lectura completa fue mejor todavía que la primera, exactamente por el mismo motivo por el que no hay gran pieza de música que no se disfrute mucho más en la segunda audición.
Ulises amedentra  por culpa de un malentendido en el que colaboran por igual eficacia sus detractores y una parte grande de sus defensores: que es sobre todo unexperimento veerbal, un juego de palabras o un laberinto de juegos de palabras, un despliegue de refinamientos técnicos cuyo principal atractivo es el regojico antipático de los entendidos, y el consoguiente rechazo de esos palurods que no están a la altura de las audacias de la vanguardia, los anclados en el gusto vulgardel realismo, palabra esta que suele llevar añadido entre nosotros un calificativo que certifica la antigualla: decimonónico; realismo decimonónico..."


-De A.Muñoz Molina.

1 comentario:

  1. Hola, Críticas: ¡Qué razón tiene Muñoz Molina (y también tú con haber resaltado ésto), de que cuando se tiene la suerte de captar una obra que merece la pena, no hay que dejarla pasar de largo.Sea libro, película, o pintura, hay que darle por lo menos otro repaso (por supuesto, también obra musical) Siempre, siempre se saboreará mucho mejor y con más intensidad. Gracias por recordarlo.
    Tornasol

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