lunes, 5 de septiembre de 2011

SEPTIEMBRE

Septiembre ha venido de puntillas, los primeros vientos fríos aunque tres cuartas partes pertenezcan al verano, olor a lilas, volver a mirar a la derecha para cruzar la calle. La Gaga sale desnuda en su nuevo video, mariposas en la cadera, no se ve nada al final, y vuelvo a dejar la luz encendida de la cocina para que vengan a morir las últimas. Nunca puedo salvar a ninguna, las hojas van a empezar a caerse, así que les dejo siempre mi cocina, también a las polillas. Septiembre, números rojos, la nueva lista de libros como hacía de niño el pobre Gatsby, pobres de aquellas que odian ninfas, la pobre Teresa ciega por la diabetes, no ver más un invierno, no ver más un Septiembre. La Mostra y los veintisiete euros clavados al tío Paco en el Florian, una cerveza y un zumo con pulpa pegajosa, la Feria, los Bolshoi en el Duna mientras el último barco de paseo se recoge en el puerto. Septiembre, un proyecto literario en firme al fin, las casadas resulta que también escriben, la cara de asombro de la abuela de no creerse que tal licenciada dijera tal estupidez, tal estupidez, semejante, se casan y ya no escriben, no querida, es que de veras dejé de quererte. Septiembre, colocar las piedras de la playa en la maceta, colgar cortinas, colgar más figuras retóricas del Ulises, comprar incienso de Baba, Holly Smoke, con la Winslet en pelotas en mitad del desierto, qué grande, mejor que El Piano, el olor de mi cafetera al fin, recoger las almendras del abuelo, llamar a las Exdesoladas, próxima estación, mi fascinante Olive.

Isabel Simón.

1 comentario:

  1. Si, las casadas tambien escriben y mejor que nunca. Por que aunque haya viento y marea siempre se rema mejor en compañia sabiendo que es el mismo puerto al que nos dirijimos.

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