lunes, 8 de diciembre de 2014




Para leer con...
"Laudeate Dominum" - Mozart




Subir los escalones de dos en dos de la mano de mis padres. Esquivar a los que bajaban procurando no perder el equilibrio y al final de las escaleras tocar tierra y sentir a La Suerte disfrazada de décimos sonoros en la garganta de Las Loteras que atiborraban la calle. Comprar uno de ellos y llenar la imaginación de sueños, de sueños que se mezclaban con hojaldre caliente y crema en la pastelería de siempre. Sueños y sabores bañados con chocolate caliente cuyos restos en los labios se limpiaban con pequeñas servilletas de papel siempre blanco. Y después llegar a la Plaza Mayor a por figuritas para completar un Belén que durante años, año a año, fue creciendo con nosotros.


Navidad, Navidad en este mi Pueblo Grande.

6 comentarios:

  1. Todo lo que cuentas es verdad, Peter. ¡Cómo subíamos las escaleras del metro! Es también mi Madrid, chulapón, garboso, pinturero y los niños, aunque coman hojaldre con crema, si quieren, a diario, siguen con la misma ilusión de ver las figuritas de la Plaza Mayor. ¡Qué gozada! Precioso y nostálgico.

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  2. ¡¡ Gracias Tornasol !!. ¿Te veremos en persona personalmente este viernes? Recuerda que prometiste venir y es más hasta proponernos un libro...
    ¡¡ Te esperamos !!

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  3. A Belén pastores, a Belén chiquillos....

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  4. Esa salida de metro por todos reconocida, huele a ensaimadas recién hechas. Tienes un poder evocador.

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