EL VENENO
El vino sabe revertir al más sórdido antro
de un lujo maravilloso,
y hace surgir más de un pórtico fabuloso
en el oro de su rojo vapor,
como un sol que se pone en el cielo nublado.
El opio agranda lo que no tiene límites,
ensancha lo ilimitado,
hace profundo el tiempo, ahonda los goces,
y de placeres oscuros y lúgubres
llena el alma por encima de su capacidad.
Todo eso no iguala el veneno que fluye
de tus ojos, de tus ojos verdes,
lagos donde mi alma tiembla y se ve invertida...
Vienen mis sueños en tropel
para calamar su sed en estos amargos abismos.
Todo eso no iguala el terrible prodigio
de tu saliva que muerde,
que hunde en el olvido mi alma sin remordimiento,
y, arrastrándola al vértigo
¡la hace rodar desfalleciente a las orillas de la muerte!
De Charles Baudelaire
Hola: No podría ser de otro poeta-escritor, escritor-poeta, más sensual y ardiente que éste. que transforma lo venenoso en manjar, lo amargo en dulce, quien pudiera plasmar en un poema tanta belleza. Gracias, Críticas.
ResponderEliminarTornasol
Pues yo me sé de otros ojos verdes que no destilan veneno si no amor, pasión e inteligencia.
ResponderEliminarNo todos los ojos verdes son iguales, ni te arrastran a los mismas orillas!!!