SOMBRAS
INSPIRACIÓN OCNOS
Lo confieso, fue tu sombra
partida en dos sobre el jardín. La farola iluminando los resquicios de los
portales, la línea de tu rostro. La certeza de que nunca había visto unos ojos
como los tuyos, enormes. Ahora las plazas silenciosas, menudas, se han
convertido en alargados senderos metálicos. A veces un destello de sol cae
sobre el libro que voy leyendo, el vagón traquetea. Se ahoga unos instantes. A
veces creo haberte visto. Tantas caras pareciéndose, vulgares como la inmensidad.
¿El tiempo habrá deformado tu mejilla? ¿Habrá, acaso, dulcificado tu mirada? Ya
no corro tras cualquier sombra. Me doy un poco de risa, algo muy escondido,
vergüenza. Eso es en el balcón mientras miro la noche. Estelas de novios en la
parada del autobús. Canciones de amor en inglés saliendo de la radio. Nunca los
idiomas cultos que tú hablarás. Ni los paisajes preciosos como tarjetas
postales. La penumbra recayendo en mis manos ¿Por qué el tiempo ha desdibujado
tu cara? Pero fue eso sí, tu sombra en dos moviéndose lenta sobre las piedras.
Bailabas alrededor de la farola aunque no hubiera lluvia. Reías. Tus ojos
oscuros tan grandes. La plaza giraba en ecos sordos hasta que caímos al suelo.
El tiempo voló sobre nuestras cabezas. Una presencia oscura nos vino de un
salto. Lo ha cubierto todo. Dúctil, mortífera.
Ese texto rescatado tan onírico, tan a flor de piel, qué maravilloso pasaje de amor. Leyéndolo, como el título de la película, Me siento rejuvenecer y veo una puesta de sol constante, hermosa, plena de días venideros que no defraudarán nunca. Me encanta.
ResponderEliminarBesos.
Tornasol
Hola Tornasol, tú siempre mimándome tanto...
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