MOTIVOS:
Debido a lo especial que es esta
narración, primero cabría destacar que la labor de Perec, a parte de narrar el
mapa vital del vecindario que habita la casa parisina de Simon-Crubellier, ha
sido estructurar (de forma que si empleara la palabra preciosista se queda muy
corta) un enorme puzzle materializado en ese mismo edificio. Cada apartamento,
cada trastero, cada habitación de servicio, representa un vida, que a su vez
contiene otra vida; por cuyos pasados los lectores al tiempo también
navegaremos, y cuyo presente traerá nuevas vidas y nuevos vecinos, con sus
respectivos pasados, como una “matriuska” dentro de otra “matriuska”, dando
lugar a un efecto de infinito microuniverso imperceptible a simple vista.
Los motivos estructuradores de
la novela por ello son tantos que resultaría casi materia de tesis el
enumerarlos todos. También tendríamos que abarcar todas las fuentes que el
autor menciona en su obra, así como los detalles históricos y geográficos que
va desgranando, así aquí solo menciono unos cunatos.
-Un motivo estructurador
destacable es que Barttlebooth (el hacedor incansable de acuarelas marinas por
todos los puertos del mundo) es mencionado en casi todos los capítulos de la
novela. Sólo por mencionar unos cuantos aparece en el 1, 9 10, 11, 12,15, 17,
18, 22, 28, 44, 49, 51, 53, 54, 57, 87
89. Se convierte así en el “protagonista” entre los “protagonistas”
(porque casi innumerables también son los personajes que desfilan por la
narración). En casi todos los episodios aparece se nombre, como hilo conductor
de la narración, dado que la globalidad
de la obra es enorme, nos sirve como ancla estructural en la que fijarnos. Así,
en pequeñas porciones, vamos atisbando las piezas de su biografía, cómo se
decide a hacer las acuarelas, a entregarse “a la perfección gratuita de la
inutilidad” (pág. 456, edit. Anagrama) en el capítulo 80, o cómo el mismo
presenta en una cena a los otros protagonistas destacables, que son Valène (su
maestro pintor) y Winckler (quien hará las piezas de los puzzles con las
acuarelas marinas) en el capítulo 53. Esto sin olvidarnos que otras biografías
son un espejo en el que se refleja la propia vida de Barttlebooth, como es el
caso de su ayudante, Smautf, el cual como un Sancho Panza (más de cincuenta años
de servicio), siempre acompañará hasta los últimos días a su señor.
-Otro motivo estructurador son
las menciones literarias que Perec arroja en la novela y que son constantes en
casi todos los capítulos también. Así hay reseñas de obras literarias en el 4,
8, 17, 19, 20, 22, 24, 26,31,34,37, 40,
46, 47,50, 52, 57, 58, 62, 75, 78, 79, 81, 92, 94 y 99. Es curioso señalar que aunque menciona
obras literarias de todos los géneros, históricas, románticas, de terror,
incluso son muchas las ocasiones en las que menciona códices jurídicos y
eclesiásticos, por número, destaca la novela policíaca o negra. Raro es el capítulo en el que no se menciona
una novela de carácter policíaco o de intriga. Homogeneizando así de alguna
manera a todo este universo que se despliega en este vecindario. Y convirtiendo
tal vez a la Literatura en un símbolo claro de fuente de más vida, de
otro macrocosmo de existencia.
-Otro motivo estructurador son
sin duda los microrrelatos que en los capítulos se van desarrollando, como una
isla en la propia narración pero que nos ayudan muchísimo a unir esa piezas
dispersas de biografía que se nos escapan en la globalidad.
Así destaco:
-Capítulo 31: La historia de la
hija de Vera Beaumont (su asesinato).
-Capítulo 46: La vida de Jerôme.
-Capítulo 52: La vida de Grégore
Simpson y su vuelta al edificio de Simon-Crubellier.
-Capítulo 53: Winckler, la
historia de su matrimonio.
-Capítulo 57: La polaca
Orlowsca.
-Capítulo 60: El señor Linoc.
-Capítulo 62: La historia del
nazi Weshal (operación Paperclip)
-Capítulo 65. Mefistófels, se
cruza con la historia de Ericsson para matar a la hija de V era Beaumont (cruce
de relatos).
-Capítulo 78: La histiria de Van
Lossem, “el mensajero del emperador”.
-Capítulo 98: La historia de los
Réol (la deuda del dormitorio).
-Otro motivo, como he
introducido antes, es el propio edificio de Simon-Cubrellier. Como el dominio
de un gran cosmos lleno de piezas (los apartamentos) donde la vida se ramifica
y se multiplica sin cesar. Una gran caja en la cual todos se interrelacionan
sólo en parte y donde a la vez se conocen y se ayudan y son embargo los
misterios se dan a pesar de lo cotidiano y la vida se vuelve a ramificar.
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