Cartas al Director:
-"En 1962, Thomas C. Douglas, socialdemócrata canadiense, ya se olía la tostada. Su fábula-relato literario, Mouseland dejaba claro el abismo existente entre la clase política y el pueblo llano, sólo reclamado cada cuatro años para votar. Ratones que votaban a gatos, que a su vez sólo creaban leyes para gatos. Daba igual el color político de los gatos, seguían siendo gatos.
Nada ha cambiado cincuenta años después: Cada cuatro años nos siguen llamando a las urnas. A lo mejor algunos gatos que están en el poder durante esos cuatro años no se van con los bolsillos llenos de comisiones, pero ya se lo cobrarán después cuando les adjudiquen como por arte de magia un alto cargo en alguna empresa (de gatos, claro). No se le puede pedir al gato que piense como un ratón, eso es imposible. Ahora bien, cuando los gatos tienen problemas (Repsol YPF Argentina, Gas de Bolivia, Angela Merkel, Bankia...), llaman a la unidad gatuna-ratonil y estalla la xenofobia chauvinista, por ejemplo. A cambio,a modo de recompensa, los gatos nos darán un trozo de queso poniéndonos fútbol día sí, y día también y a ver si la Roja gana la Eurocopa. Puede que esta crisis nos lleve a una rebelión global de todos los ratones indignados, pero esta vez no nos confundamos: el enemigo son los gatos, no los ratones del país vecino."
_ De R. Zamora Sancho.
El León se está despertando.
¡Qué bueno! Yo prefiero ser cabeza de ratón que cola de león. ¿Y tú?
ResponderEliminarTornasol
Los ratones somos millones,da igual lo que hagan los gatos...
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