Estaban a mi lado, en un banco del parque. Una, de piel oscura, el pelo corto y muy negro; de mejillas sonrosadas y melenita rubia, la otra. La morena susurraba a su amiguita con voz melosa, al tiempo que le atusaba el pelo. La tarde declinaba.
De repente, la niña levantó la cabeza y se envaró. Se llevó el dedo a los labios y escondió la muñeca rubia entre sus brazos. Al cabo, cuando se alejaron los uniformes, miró la carita de ojos asombrados y dijo: “Porque, vamos a ver, ¿tú tienes papeles?”.
Gran Imagen Hispaniola.
ResponderEliminarDos párrafos, dos mundos. Dos buenas instantáneas.
ResponderEliminarCon este me inicio en el mundo del microrrelato. Ya veremos.
ResponderEliminarUn buen inicio, bien explicado y con final sorprendente.
ResponderEliminarGenial, simplemente genial. Cada vez que lo leo, el bello se me eriza. Hispaniola, sigue deleitándonos. Déjanos aprender.
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