SIGUE AGOSTO.- Continúo puntual desayunando en el bar. El porrero no se ha ido de vacaciones y las porras siguen siendo un capricho de dioses. Me acabo de pesar en la báscula de casa y he perdido kilo y medio, así que:
-¡Juan, ponme tres porritas y un te con leche!
Hoy he cambiado de sitio. La mesa coja me conoce años ha. La tengo cariño, pero acaban de desayunar una pareja con dos niños que la han puesto perdida de chocolate y de trozos de pan frito; el suelo pringoso de gotas de grasa, ¡qué angelitos! vereis, vereis el mes que viene en el cole cómo vais a espabilar.
-Toma, hermosa, -me dice Juan, desplazando de la bandeja a mi mesa como si fueran en paracaidas, las porras y el te.
-Gracias, Juan, ¿no te vas de vacaciones como todo el mundo?
-Nada, hermosa, hasta septiembre aquí castigao.
-Bueno, estarás más cómodo en la playa, pero te advierto que el churrero no se me vaya, ¿eh?
Hay dos hombres para jugar a la máquina tragaperras. Una música salsera hace mover los pies de los que beben en la barra, y sus estómagos también se remueven con arañazos gatunos por la salsa picante de los callos del aperitivo, "¡claro! son los albañiles de las reformas en la fachada de mi portal. Ellos tampoco están de vacaciones y, además, es una suerte que tengan trabajo, y más en la construcción"
"¿Qué ruido es ese? ¡Ah! el Jul Briner del otro día. Ha tropezado con la banqueta alta, y todo por atrapar el Marca que acaba de dejar otro cliente. Todos los días lo mismo. Hay palos para coger la prensa seria, como dice el camarero. Y es que con la crisis, por un euro se mata la gente.
Acaban de abrir la puerta y se nota un azote de fuego, contrastando con el aire acondicionado de dentro. Entra el muchacho de la mirada perdida. Hoy no tiene las mejillas pálidas ni los ojos difuminados por la tristeza, ¿será el bochorno de agosto? Ya veo que no ¡sorpresa! viene con una chavalita muy joven que le sonríe con un encantamiento especial. El amor todo lo cura.
Tornasol.
Buena pincelada sobre un pedazito de Madrid y una de sus costumbres más castizas, los churritos...
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