miércoles, 16 de enero de 2013

RELATO CORTO

UN PAISAJE NOS CUENTA.-

          Formo un conjunto multicolor, donde las plantas, recodos del paseo, hojas crujientes, más hojas caídas, rio que brinca una melodía, hiedra trepando por la terraza, casa de labradores, una cuerda que sirve de soporte para que camisón y pijama al sol, bailen un vals; el aire meciendo las gramíneas, parterres con pensamientos, nubes que se turnan con el azul, pájaros de picos abultados, con prisa en llevar alimento a los recién nacidos, césped hoy más crecido que anteayer, dos patos blancos se persiguen enamorados, arbustos con ribetes marrones, otros con capullos malvas, el aromático laurel, la siempreviva que triunfa sobre los narcisos,  manzanilla salvadora  de nuestra digestión, , margaritas desechando las dudas al amado, rosas demacradas, cuyas hojas se caen  por culpa del final de estación y, por fin, el hombre, el artista del pompón en el gorro,  que me da color, vivacidad, sorpresa, con ayuda de un lienzo, tintes y un pincel.  Es un OTOÑO  tranquilo, y todo el conjunto agradecemos al pintor que plasme en el cuadro ese don exquisito enviado del cielo.

     Ha venido de nuevo el pintor, caballete en mano: lleva bufanda y botas y gorro de piel y calcetines de lana. Yo también he cambiado de vestimenta. Algún árbol del conjunto ha ido perdiendo sus colgantes, de un marrón parduzco, que se han esfumado al silbar el viento. La ventana del dormitorio de los labradores se cierra hermética. En la cuerda de tender, unos pantalones vaqueros y la camisa de felpa se juntan y quedan tiesos como un espantapájaros sin cabeza ni sombrero de paja; en el porche dos gatitos se arrebujan encima de una alfombrilla vieja; el río, no parece seguir su cauce, transparente, quieto, como bloque de hielo. En las vigas del patio, fuera de su nido, asoma el pico de un tordo mirando con pena a la llovizna que comienza a mojar mi paseo favorito bordeado de setos. Sigue diluviando cada vez con más intensidad. Las gotas de lluvia se confunden con las lágrimas del ave, lloroso, al no poder buscar insectos`para sus pequeños. Yo, entre la cama de hierba húmeda, me he vuelto triste, depresivo, lánguido. El agua, aunque nos hace falta, no me apetece nada recibirla en esta estación. Es diferente en abril, o mayo, pero ahora... encharca nuestro suelo, la tierra, nos difumina y no se nos distingue. Las ramas desnudas y en zig-zag, se entrelazan y se mezclan con los árboles frondosos, de hojas perennes y no se aprecia el color morado de las siemprevivas, ni tampoco, si hubiese amapolas, el rojo intenso.  No se oye el canto fugaz de los jilgueros ni del colibrí, pero de eso, el pintor no se da cuenta. Todos nosotros, a pesar de estar tan apagados, resultamos bellos, nos hemos vuelto de estilo impresionista, delicado, algo frío, pero hermoso.
          Así le debemos parecer al pintor que por fin, ha guardado sus pinceles, ha plegado su caballete y, al darle la tos y estornudar repetidamente, llama a la puerta de los labradores.
          -Buenas tardes, ¿me pueden dar cobijo hasta que escampe?
         
     No sólo le han dado cobijo, sino también, al parecer, -por el humo fino y rizado que vemos a través de los cristales del balcón de la sala-,  le han dado, digo, conversación y una taza de café o té hirviendo para combatir el frío del atardecer en estos campos de Dios. Una lástima que esa última escena, el pintor no la haya podido plasmar, ni tampoco ha dibujado al muñeco de nieve que por arte de magia,  sonríe en la puerta de la casa, pero el PAISAJE  lo ve y lo escucha todo.
TORNASOL.
Ejercicio sobre EL PAISAJE, en EL CLUB DE ESCRITORES.
eNERO, 2.013  

4 comentarios:

  1. ¿Ya estás dominando tu nuevo ordenador?
    Qué alegría leerte de nuevo...Un relato sencillo y maravilloso...qué difícil es escribir como si no costase nada...me ha encantado

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  2. Hola, Críticas-. Me has alegrado el día con tu comentario, aunque también es por los buenos ojos que tu me lees. Lo que ya terminaría de alegrarme la semana es que saliera un sol espléndido y pudiéramos quedar a tomar un cafetito, pero todo llegará. Un beso.

    Tornasol

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  3. ¿Qué es eso del Club de Escritores, Tornasol? Cuenta, cuenta. Ah, y feliz año a todos.

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    Respuestas

    1. ¿Qué tal Hispaniola? Dichosos los ojos que te leen. Lo del Club lo fundó un colega tuyo en la Biblioteca Rafael Alberti que es donde yo voy.Ahí hacemos un relato semanal y lo comentamos.Yo hace sólo ttres cursos que voy y está muy bien. Ya somos 21 y está cubierto el cupo. Si quieres saber algo más, puedes acceder al blog: relatopia@hotmail.es (google sites).
      Hasta pronto. Besos.
      Maribel

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