NARRADOR.- Nos hallamos ante un narrador en primera persona, pues es Helen McGill, la protagonista, la que nos narra sus andanzas durante las ocho jornadas en que se desarrolla la acción. La narradora, por un lado harta de una vida rural y sedentaria al cuidado de su hermano Andrew, sin más horizonte que hornear hogazas de pan, guisar diariamente y elaborar conservas, y deseosa por otro de darle una lección y correr mundo animando su rutinaria vida, se embarca a sus treinta y nueve años en la pintoresca aventura de convertirse en vendedora ambulante de libros.
Mujer sencilla y un tanto ingenua, aunque de inteligencia despierta, cierta cultura y no exenta de sentido del humor, narra sus peripecias junto al simpático Barbarroja, de forma asimismo sencilla y sincera, con el corazón y el sentido común en la mano, cautivándonos desde las primeras páginas con su encanto de mujer sensata y sin artificio.
ESTRUCTURA.- La novela está dividida en quince capítulos, precedidos, a modo de dedicatoria, de una carta dirigida por el autor a David Grayson.
David Grayson, pseudónimo de Ray Stannard Baker (1870-1946), fue un periodista y escritor que alcanzó gran éxito popular a principios del siglo XX en USA con su colección de historias tituladas Aventuras del bienestar (Adventures in contentment), en las que narraba estampas de la vida rural del medio oeste americano. En ellas destacaba el personaje de Harriet, a cuya imagen parece estar concebido el de Helen, y que dio lugar en su tiempo a cierta controversia sobre el papel de la mujer en ese medio.
A través de los quince capítulos, la acción se desarrolla de forma lineal e ininterrumpida desde el punto de vista cronológico durante los ocho días en que la narradora vive la aventura que transformará su vida. Las frases no son largas ni de estructura compleja, de acuerdo con el estilo sencillo que impregna toda la novela.
Son numerosas las descripciones físicas, tanto de personajes como de paisajes campestres, dotadas todas ellas de notable agudeza y expresividad. Abundan igualmente los diálogos, ágiles y sumamente reveladores de los caracteres de los personajes. De esta forma, los protagonistas están plasmados con maestría y se nos aparecen como cargados de vida y verosimilitud.
En suma, la novela hace de la sencillez, en el fondo y en la forma, y de la sinceridad e ingenuidad de la protagonista sus principales armas a la hora de enganchar al lector y llevarle en volandas hasta la culminación de las aventuras de esta Jantipa rural.
Hola Hispa, ya por estas tierras de nuevo...
ResponderEliminarMe gustó verte por el Ajenjo.