sábado, 24 de agosto de 2019

Hola, Críticas: Ni yo sé cómo he podido conectar con Desoladas. ¡qué sorpresa! Sigo como siempre con mis pequeños relatos:
                       UN DÍA EN EL PUEBLO
                       LOS Aromas de una hogaza con bultos de migas blancas y firmes; el aire frío con granitos de eucaliptus en el atardecer de septiembre, viene de allá del Moncayo, y nos envuelve  a los tardíos veraneantes; el sonido lejano de la guitarra, que acompaña a una voz recia de mujer cantando una jota aragonesa en una mañana  de últimos de agosto; el repiqueteo de bolillos formando un encaje ancho y tupido, que se convertirá pronto en el velo de la misa de los domingos;  aquellas sopas con el intenso toque del azafrán.
                    Los colores de los trajes regionales que ensalzan la belleza de las mozas en las tardes de fiesta, cuando sus pies ligeros en puntas y sus pantorrillas entrelazadas saltan al ritmo de las notas de una jotica. No se pueden olvidar los sabores de las aceitunas negras y arrugadas con la acidez agridulce que sólo se encuentran en esa zona. Ni el olor de los filetes adobados de lomo que prepara  algún abuelo en la orza de barro, donde podían permanecer meses en conserva, junto con el ponche de huevo y vino quina, especialidad de las abuelas. Ese aroma delicioso que se extiende por toda la casa  y hasta las dos vacas desde  la cuadra, se relamen al notar el olorcillo.
                    Hoy recuerdo el más mínimo detalle con una emoción enorme y, sobre todo, con la tristeza que supone notar la ausencia reciente de aquellos seres primitivos, ancianos, llenos de humildad, que actuaban según les dictaba el corazón.
          Tornasol.

2 comentarios:

  1. Hola querida Tornasol! Qué alegría saber de ti.
    Leerte es un placer. Un abraz0

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  2. hOLA: Necesitaba tu respuesta como agua de agosto, y tambien darte un abrazo. Ya te llamaré. Besazo.

    Tornasol

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