Cuando un lector abre un libro, una novela, se coloca en una actitud muy especial, en la de creer lo que le va a contar el autor. Pero creer ¿En qué sentido? , es decir, él sabe que eso no fue verdad, en el sentido de que no tuvo lugar, eso no sucedió, son personajes, situaciones, paisajes, etcétera, inventados por el novelista, a partir de elementos de la realidad, claro. Sin embargo al lector le interesa, pero no se plantea a cada página ¡Ah! , esto no es verdad. Si lo hiciera, no resultaría el libro. Por eso hay gente a la que no le gustan las novelas, porque no les entretienen las cosas que no son verdad, verdad entre comillas.
FERNANDO DEL PASO
Comentario al nivel de un Cervantes.
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