Para leer con
"Adagietto" (5ª Sinfonía) - Mahler
Sencillamente llega. Sigilosa.
Sola.
Sola deambula por las calles
aparentemente sin rumbo. Parece perdida. Se detiene. Duda.
Duda qué dirección tomar en una
esquina. Duda qué puerta tocar en una calle.
En una calle cualquiera
repentinamente para. Allí es.
Allí es donde gira su rostro al tiempo
que, mansamente, una puerta se abre.
Se abre sola. Nunca llama. Sabe
que la están esperando.
Muy, muy sugerente.
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