Para leer con
"Addio del passato" - La Traviata (Verdi)
Tenía la piel de sus piernas salpicada
de palabras inconexas y sobre ellas reposaba una enorme bolsa a la que se
abrazaba con las pocas fuerzas que el cuerpo guarda cuando se ha visto en la
calle llegar, sola, las primeras luces del día.
Sentada en el vagón, parecía condenada a vivir y resignada a soportar
para siempre, una ausencia muy reciente. Al mirarla, un sonido de palabras y
música, se hizo de pronto latente a mi alrededor…“adiós, bellos recuerdos del pasado, las rosas de mis alegrías están
marchitas…”
Me hubiera gustado decirle que cada
año, al llegar la primavera, siempre nacen rosas nuevas. Pero, no fui capaz y
en la siguiente estación, marchó.