lunes, 2 de diciembre de 2013

MICRORRELATO


         DICIEMBRE.- Sí, era diciembre. Los sauces languidecían más agachados si cabe, como si de pronto, en lugar de dos meses, hubieran transcurrido cientos de años. Habían abierto la presa y el agua del río discurría caudalosa, llevándose a varios patos que protestaban con su cua cua. Las hojas, verde botella, ahora amarillas y risueñas, hacían  carreras enloquecidas por el agua, a ver quién llegaba antes a la meta que se habían propuesto. ¿sería el tronco del chopo viejo atravesando  el río?  o ¿tal vez una chaqueta rota  del vagabundo que, de vez en cuando, daba conversación a los pescadores  por si le animaban  dándole unos euros? Un banco de peces minúsculos nadaban  con prisa. El sol pronto se  pondría  y unos cangrejos tardíos, pero tranquilos, porque la veda  ya prohibía  hasta mirarlos, salían manchados de barro de su escondite. Padres e hijos se alimentaban de larvas y restos del  cebo de los pescadores. Disponían de unos meses de relajo y hacían piruetas con  sus finas patas,  felices. El camino se teñía de oscuro. Sólo unos castaños cerca del sendero blanqueaban con el reflejo de la luna. Era por Navidad.

¡¡FELICIDADES!!

Tornasol
                                                                    

7 comentarios:

  1. Menudo texto, querida Tornasol, es una imagen muy bella, frase a frase, te escribí a tu mail, silencio...
    Aviso: El 13 en el Ajenjo.
    No espera Jim, y 1280 Almas más.

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  2. Hola: Cómo has adivinado el río que yo tenía en la imaginación ¿eh? pura telepatía. Gracias por la ilustración y por apreciar el texto. No sé qué pasaría con tu mail que no lo recibi, o tal vez yo lo borrara sin dar a la tecla correspondiente. A ver si mañana encuentro en El Corte Inglés a esas almas descarriadas, pero el 13 quisiera ir, aunque sea de florero. Muchísimos besos.
    Tornasol.

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  3. Me gusta, Tornasol. Los pescadores valoramos lo auténtico.

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  4. Hola: Ya sabía yo que un pescador que se precie valora el silencio de la naturaleza y el discurrir del río. Gracias, Hispaniola.
    Tornasol.

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  5. Que grande eres Tornasol! siempre me maravillas y me sorprendes. Beso fuerte desde la ventana abierta de par en par al Pacifico!

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  6. Que grande eres Tornasol! siempre me maravillas y me sorprendes. Beso fuerte desde la ventana abierta de par en par al Pacifico!

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  7. ¡Claro! con ese tiempo que teneis por ahí no me extraña que veas todo de color de rosa. Me has emocionado, Paloma. Que seas todo lo feliz que mereces. Muchas gracias.
    Tornasol

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