MOTIVOS:
-LA LITERATURA:
Polo se siente fascinado por la
Literatura y esto se convierte en uno de los motivos estructuradores más
destacados de la novela de Azzeddine; a la vez que en uno de los pocos
elementos poéticos que contiene la narración ya que la tónica general será el
humor ácido y la crítica.
Polo, mientras ayuda a su padre
con la limpieza de la biblioteca, descubre el mundo de las palabras. Le parece
algo crucial en su vida, le abre puertas que hasta entonces le resultaban
inimaginables (“Descubrí que un hombre puede necesitar cuatrocientas páginas
para decirle a una mujer que la quiere…”, pág.11, primer capítulo), halla
nuevos significados y nuevas formas de expresión que amplían su conocimiento y
su propia psicología.
La Literatura, como uno de los
pocos aspectos creativos alabables del ser humano según su parecer, deja su huella en nuestro joven protagonista.
No resulta un foco de ambición, la lectura no le provoca ansiedad de triunfo,
sino que tiene un efecto dulcificante en su persona. Le ayuda a matizar sus
propias emociones, a sentirse menos solo. La Literatura hace que Polo resurja
antes nuestros ojos como un personaje de
carne y hueso, profundiza su construcción. Nos muestra a un Polo sensible que
su propia familia no podría ni por un segundo vislumbrar que existe.
La mención de autores cultos es
constante, desde Montaigne hasta Balzac. Grandes clásicos que sorprenden a Polo
y le interesan. Sus historias calan su corazón y mejoran su ortografía. Le dan
un pequeño respiro. Su mediocre vida, la realidad desastrosa de su familia, la vergüenza del oficio que
ejerce dedica su padre, desaparecen. Conocer esos autores le salva de la
ignorancia y le proporciona un medio de orgullo en mismo grado que de
sensibilidad frente a los otros.
Es por ello que con este motivo,
la novela gana humanización y la dota en su trama de una buena base narradora
que no siempre Azzeddine sabrá aprovechar, ya que como lector confieso que no
me ha parecido que la desarrolle acertadamente o al menos todo lo que podría
haberlo hecho.
-EL PADRE DE POLO:
Me ha parecido un ingrediente
estructurador original, es poco frecuente encontrar en una narración el hecho
de que un personaje se convierta en motivo.
Pero lo cierto es que las idas y
venidas de este personaje, los diferentes locales en los que limpia, sus
frustraciones y silencios, su abnegación y sacrificio, sus ocurrencias, hacen
que vayamos atravesando la novela más reconfortados. La vida del padre de Polo es el reflejo de
muchos padres, una persona que puede resultarnos muy cercana. Un hombre
humilde, sin estudios, que se aguanta en un trabajo horrible para sacar
adelante a su familia. Que ama con devoción a su hijo, es su esperanza, espera
de Polo que al menos no acabe viviendo como él ha vivido, repitiendo la misma
vida absurda y sacrificada.
Polo amará a su padre con el
mismo fervor del que se avergüenza de él. Una contradicción tan humana que le
puede entender cualquiera. Algo muy difícil de conseguir, que el lector se
sienta leído. Me ha parecido el sentimiento más sublime de los que se entreven
en la novela, por el que ha merecido la pena su lectura a pesar de que pienso
que la autora no ha resuelto bien la trama. Su resolución es tan rápida que no
da tiempo a asimilarla, creo que con un poco más de paciencia en la
estructuración de las últimas páginas, este sentimiento hubiera sido el colofón
final perfecto. Pienso que Azzeddine no ha sabido aprovecharlo como se merece,
el final es el es correcto según ha ido la trama, Polo acaba siendo hombre de
la limpieza, como su padre, no se escapa de la maldición social, pero está
narrado con un salto demasiado grande, con la sensación de prisa de quien
quiere terminar ya un relato. Lo cual, afea el texto y lo deja de una calidad
literaria inferior a la que podría ser.
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