"Ya llega por encima del océano, separándose de su anciano marido, la rubia diosa que trae el día en su carro cubierto de escarcha. ¿A dónde vas tan deprisa Aurora?, quédate allí: así el ave apacigüe anualmente la sombra de Memnón con un solemne sacrificio. Ahora me es placentero yacer en los tiernos brazos de mi dueña, porque ahora más que nunca ella está bien arrimada a mi costad¨; ahora también es dulce el sueño y frío el aire, y el ave canta nítidamente con su delicada garganta. ¿Por qué, molesta para hombres y mujeres, vas tan deprisa? Suelta de tu mano purpúrea las bridas cubiertas de rocío."
-De OVIDIO, Libro I, Amores.
Hola, Críticas: Has buscado el mejor fragmento que podías encontrar de prosa poética para tal ocasión. No tiene desperdicio ni una de las palabras de Ovidio.
ResponderEliminarTornasol