EN LA DESESCALADA.- Al rato de levantarme, desde la ventana, hilo conductor de mis historias, he creído que estaba en otro planeta. Bastantes personas caminan por el paseo con mascarillas verdes, guantes azules y pasos lentos, como si un letargo de meses las hubieran atrapado en el espacio y las cosas y las casas que ven a su alrededor, fueran desconocidas. Hay niños que manejan bicis y patinetes echando carreras enloquecidas, porque hace semanas que no salían del cuarto, dando saltos en sus camas de Ikea.
Animales varios y aves de distintos tamaños se han adueñado de la naturaleza, creyendo que hoy también habría espacios libres, pero, quiá... los extraterrestres se han repartido por el espacio de forma desmesurada y ellos, los animales, no se han atrevido a decir ni "pío" No entienden de polución y sienten el verdor en su plumaje. La lluvia, días atrás, fue generosa. Menos todavía entienden de virus ni de coronavirus. Por suerte nos seguirán alegrando y distrayendo con sus trinos hasta que ésto termine.
Tornasol, 11.5.2020
Tornasol, me ha encantado tu vuelta.
ResponderEliminarBuen texto.
A la Naturaleza le ha sentado bien nuestra ausencia.