(Ejercicio Monólogo interior)
¿Operación ya 18 años? ¿Fue en agosto?
Flores silvestres salpicadas, alfombra verde billar tiene sed. ¿margaritas, buganvillas? son menudas, color limón. Primero falda, segundo blusa verde y oro, bieses -difícil confección- buen contraste.
Rosario, la novia de Popeye, o ¿soy Olivia? tan flaca, tan flaca, no tanto... quizás las dos juntas, todavía. Consulta médica. Ave de mal agüero, cuervos al acecho, carcinoma, ¡bórralo, bórralo! No, del encerado no... de aquí, del coco. No entienden nada. Batas verdes, mascarillas, quirófano, ¿tanta anestesia? Pinchazo no. Patólogo no. ¡basta! A la semana, la mujer a limpiar, alcohol, desinfección. Somnolencia no es lo mismo que sueño, jamás sueño eterno, ni narcolepsia.
Pasado, muy pasado: "Tengo una muñeca vestida de azul" tranquilidad, Reyes Magos, recreo, amiguitos, tiempos felices, sin estrés, sin enfermedades, con abrazos y tarta de cumpleaños, protección entre algodones y plumas de ave. La adolescencia y el noviazgo se han presentado de improviso, casi siempre de puntillas. Nos sorprendía. Todo surgía normal y espléndido. El amor algo complicado, angustia, emoción, celos, pasión, besos.
Otras complicaciones más graves: consulta, carcino... ¡No! por Dios, no lo recordemos, bórralo, bórralo, cucarachas de batas negras, agazapadas, husmeando alrededor. Ángeles, ángeles y música. Ruegos, oración, palpar, palpar, mutilación, metástasis... ya pasó, claro.
Aquel cuerpo de los cuarenta ya no es el mismo. Lo han mutilado, pero servirá por un tiempo. Una noticia buena, otra mala, eso es la vida, amargura, felicidad. Margaritas diminutas, césped oscuro, reloj que avisa, vejetes con bastón alejándose, autobuses, coches, niños, sus mochilas, ¿a sus casas a comer mortadela? mamás que dan besos, papás que firman notas, buenas, malas, regulares, ¿Y mi cena? ¿y mi marido? ¿tele estropeada? ¡¡qué satisfacción!!
(A Paco, mi mejor amigo del Ajenjo, sin contar al camarero)
Tornasol.
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