Vuelta del pueblo. Provincia de Toledo: esquinas de cal descolorida; coche a más de cuarenta grados con mosca en su interior; zumbidos de mosquitos en la siesta; gorra de visera con topos blanquecinos; cura serio que no va de paisano; tres chicas con shorts riendo a carcajadas; abanicos amarillos luciendo la bailaora de turno; vecinas en la puerta cuchicheando lo último de la tarde; cortinas con El Quijote y un molino de aspas electrizantes a lo lejos; nubes de bochorno que anuncian tormenta; visillos imitando encaje, entreabiertos por lo que pueda ocurrir; bidones con agua transparente pegados a la puerta de la calle para que no se meen los perros vagabundos; música de charanga a las dos de la madrugada para joderte el primer sueño, chirrido de tractor al alba para joderte el último sueño, en fin, una delicia en sábado noche de agosto en La Mancha.
Tornasol
Tornasol
Jajajajaajjj
ResponderEliminarQué texto tan perfecto.
Sí que vienes guerrera y eso me encanta.
Gracias por tu opinión. Precisamente tu sabes de La Mancha más que Don Quijote y Sancho juntos ¿a que sí? Bien hallados a todos. Muchos besos.
EliminarMaribel
Os veo en forma. Besos a las dos.
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